Partamos de la base de que la Navidad apesta. Al menos en la forma en la que se celebra actualmente, una oda al consumismo (regalos que nadie espera ni quiere, hechos por obligación y que no te hacen ilusión… excepto alguno que esperases con especial ilusión, ya sea por el regalo o por recibirlo de alguien realmente especial). Vale que al menos tiene el pase de unas vacacioncillas en las que cada uno puede hacer lo que más le guste.
Pero aparte de la pérdida del espíritu inicial, convirtiéndose en una celebración pervertida, va acompañada de tradiciones que acaban de hacerla inaguantable. Una de estas horrendas tradiciones son los villancicos. No hablo de canciones más o menos decentes hechas para ensalzar esos falsos sentimientos que nos embargan en estas fechas, sino de esas alegres cancioncillas de animadas letras y ritmos fáciles y asequibles para todo el mundo cantadas por siniestros niños surgen en esta época del año para hacer más ¿feliz? nuestra existencia… o quizás para recordar el horrible niño que todos hemos sido (yo no era tan odioso como estos afeminados cantores, al menos eso quiero creer).
Lo malo es que hay gente a la que le gustan y todo (los casos de golpes en la cabeza cuando eres bebé tienen consecuencias, esta es una de las maneras en la que salen a la luz), y tratan de contagiar (cual herpes) su afición. Así que los cantan y tararean a todas horas, los ponen en los altavoces de la ciudad, en el hilo musical del autobús o los programan en la radio en el momento menos esperado, y por mucho que trates de evitarlos acabas por oír accidentalmente alguno. En ese momento tienes que ser fuerte, no dejarte llevar y llenar tu cabeza con algún otro pensamiento alejado de esa melodía tan tarareable, como cuando luchas por no llorar al oír reggeton, exacto… o si no, acabarás cantando en familia, acompañado por una entrañable pandereta y en casos de lujo navideño, hasta una zambomba. Si eres sordo, estos días olvídate los audífonos en casa, habrá gente que te envidie, aprovecha estas fechas para sentirte especial.
Feliz Navidad.
Pois si, os villancicos non hai por onde collelos pero, amigo Moreno, o que non che permito é que fales mal do Reggeton, xD
Así mataba dos pájaros de un tiro, pero ya se llevará el reggeton su post, ya…
El sábado pasado fuí a un restaurante en el que parecía que habían puesto un CD llamado «todos los villancicos del Pop». Recuerdo especialmente una versión mix del «last Xmas» de Wham. Te imaginas lo que debe ser trabajar ahí ocho horas, aguantando a los clientes y escuchando una y otra vez ese CD en un loop interminable?
Ugh, el porcentaje de enfermedades laborales psicológicas en ese lugar debe de aumentar un buen pico en Navidad…
En mi casa en Navidad solo escuchamos musica satanica y blasfema, sacrificamos virgenes y hacemos misas negras, por no seguir la tradicion xD