Cuando la fortuna te sonríe al llevar a cabo a algo tan violento y feo como la venganza, es una prueba irrefutable no sólo de que Dios existe, sino de que estás cumpliendo su voluntad
Uma Thurman en Kill Bill, Vol 1 (si finalmente decides tomar represalias contra el que llega tarde, siempre puedes soltar esta frase y quedarás la mar de peliculero…)