Vacaciones

Si tuviese contador de «Días hasta mis vacaciones», análogo al de los fines de semana, hoy marcaría el día D: hoy es el último día de trabajo antes de mis vacaciones. Supongo que merececidas, porque en estos seis meses he creado un rato largo de mierdas, con plazos ajustados y con tecnologías relativamente desconocidas para mi (y no gustosas de utilizar). Vamos, lo que se viene llamando un marrón (o browing en mi jerga xD). Al menos he aprendido por el camino, y lo he pasado relativamente bien y sin demasiados apuros.

Antes cuando veía a la gente con sólo dos semanas de vacaciones en verano las veía como algo cortísimo, desde mi perspectiva de estudiante. Ahora, desde mi perspectiva de trabajados, esos diez días laborables son un superdescanso como la coma de un pino, que espero aprovechar.

Dormir, cero madrugar, horarios arbitarios sino aleatorios, no preocuparme de irme a ninguna hora a casa son algunas de las cosas que me apetece hacer. Y, aunque parezca paradójico o masoquista, también me apetece escribir algo de código para proyectos que tengo atrasados (demasiadas ideas inconclusas, así no hay forma de saber si fueron malas o buenas…).

Y ya que estamos, no descarto hacerle algún cambio al blog, incluyendo diseño (¿lograré llegar a la versión 1.0?). Esa columna lateral es demasiado escasa para los «miniposts» que a veces me largo…

Ah, y aunque ahora tengo las vacaciones veraniegas, para el fin del verano me reservo un superviaje a la tierra de los macarrones. ¡¿Quién dijo estrés posvacacional a la vuelta?!