Pensando hoy en el caso de Vetusta Morla, un grupo salido de la escena indie que ha logrado hacerse con un huequecito entre el mainstream sin tener que renunciar a sus principios, me he dado cuenta de que en gran medida esto es un caso de suerte, estar en el momento adecuado en el sitio correcto, o vete tú a saber qué azarosa razón…
Evidentemente, no es que la haya tomado con Vetusta Morla, ya que son un grupo que me gusta mucho y hasta tengo una camiseta firmada por ellos cual gruppie, pero me resulta muy curioso que ellos sí hayan calado en la mayoría de mis amigos, mientras que otros grupos que oigo, con un estilo musical muy afín, letras por lo menos igual de interesante y orígenes también parecidos, ni siquiera consigan que su nombre resulte conocido. Igualmente podría haber dicho Russian Red, que ahora hasta la llaman para que cante en la televisión en prime time…
Lógicamente, para empezar, habría que definir lo que es el éxito, pero en el tema musical me refiero a conseguir salir de la esfera indie, quitarse en cierto modo la etiqueta de «exclusivo» o «minoritario» y calar entre un grupo considerable de gente. En otros ámbitos bien podría ser obtener reconocimiento profesioanl, que tu blog alcance una masa de lectores importante (pongamos más de 1500 lectores mediante feed) o, en el mismo ámbito, salir en portada de menéame o no (aunque alguno lo considera molestia más que éxito, como ejemplos yo creo que ilustran mi idea).
Y lo que me da la sensación de que todo es muy aleatorio en cierta manera es que la calidad del trabajo no es de ninguna manera garante de obtener ni reconocimiento, ni fama, ni nada en absoluto. Es más, lo que obtiene el éxito en cualquiera de sus vertientes es a veces considerado como auténtica basura por otros colegas, que no se explican cómo una alternativa inferior es la que consigue dominar a las demás.
Un caso más que bueno es el de Microsoft: aunque muchos paganos tengan a Bill Gates como el superjuanker inventor de los ordenadores, este aborto de abogado lo que tuvo es visión, estuvo en el sitio correcto en el momento exacto, y mucha suerte. También le echó morro en cantidad y demás para conseguir colar aquel MS-DOS que no tenía, pero por no profundizar podría decirse que su éxito se originó por unas circunstancias afortunadas, que luego lógicamente supo aprovechar (y más tarde abusar, monopolizar y demás, como todos sabemos).
O qué decir del pobre Van Gogh. Muerto de hambre toda su vida, comiéndose sus cuadros porque a nadie le apetecía comprar sus manchurrones difuminados para que ahora un solo cuadro valga más que toda la riqueza que tuvo en vida el pobre. Puto éxito, que pensará Van Gogh si allí por donde anda aún ha disfrutado de la jodida ironía…
Quince minutos escribiendo, más un rato que llevaba dándoles vueltas en el camino de vuelta a casa (con parada de los amigos de verde para que les soplase y todo, viaje completo), y sigo sin sacar nada en claro. Si este mundo estuviese bien definido, simplemente habría que mirar el código del algoritmo que determina lo que triunfa y lo que no, al estilo del «interestingness» de Flickr… Lo único que tengo bastante claro es que el éxito es para quien lo intenta, desde luego.
La clave del éxito es algo que atormenta a la SGAE desde tiempos inmemoriales. Una vez la tengan, podrán dedicarse a sacar canciones clónicas, que enamorarán a todo el mundo independientemente de su calidad de clones, y ellos podrán cobrar como gorrinos en celo.
Yo creo que, fuera de orgullosos casos aparte, el éxito se puede predecir analizando el esquema de una canción, su melodía, su letra, lo bailable, etc. Exactamente como eso que dices del “interestingness” del Flickr, pero un poco más allá. Yo creo que en este estudio entran los datos acumulados sobre el interés del mercado, las cuotas que ocupa cada artista, encuestas varias, canales de distribución y el factor más importante, la pasta que está dispuesto a pagar el autor o distribuidor por que su criatura suene a todas horas en la radio. A más pasta, más frecuencia, más suena la canción, más se canta, más se pincha, más se compra, descarga, roba, plagia, etc.
@Benton : lo ideal para quienes tratan de vender algo es que hubiese un modo de anticiparlo, y de hecho lo consiguen en gran medida como dices con determinados patrones, melodías, etc. que hacen mucho más probable que la canción, grupo o lo que sea acabe teniendo éxito. Lo mismo sería para el cine, por ejemplo: una historia pensada para gustar al mayor número de personas, estética, actores, etc. Pero a veces ni teniéndolo todo de cara consigue triunfar algo, por muchos estudios de mercado, orientación comercial, etc que se haya aplicado…
Pero lo que me llama la atención es lo que se sale de ese patrón «estándar», y aún así consigue el éxito que debería estar reservado para las opciones más comerciales. Supongo que hay un determinado grado de incertidumbre, que no se puede predecir, ni anticipar y que sólo depende en gran medida de la respuesta (en muchos casos un poco aleatoria) de la gente…
Un dos mellores posts que leín neste blog, sin duda. Ainda que non sea unha revelación di moito de por si.
O éxito é a máis puta de tódalas señoras como diría Sabina.
Para las canciones está claro: Mucho cencerro, modulación de +1 tono despues de la segunda estrofa, puente con rap. Éxito seguro.
Lo de Gates es un claro ejemplo sin duda :/
El exito, estar en el momento justo, en el lugar adecuado, tener las cualidades que se exigen para destacar en cualquier actividad, currarselo mucho y, como no podía ser de otra manera, la suerte, que también influye. Si te falla alguna de estas cosas no hay éxito. Por eso tan pocos lo consiguen.
O.o