Feliz Año y tal

Apenas tengo tiempo para conectarme unos minutos y escribir un post (este no es programado!), así que va a ser plan twitter (léase cutre).

Hoy es uno de los dos días que tomo champán en todo el año (Nochebuena y Fin de año, a no ser que haya imprevistos acompañados por la burbujeante bebida el resto del año). La primera ración ha tocado en el pinchito que hemos tomado los (escasos) compañeros que hemos ido a trabajar. El resto estarían en casa disfrutando de sus vacaciones, de levantarse con dos dígitos y esos pequeños placeres de los que te priva el recibir tu primer sueldo en condiciones en diciembre (vamos, que no tengo vacaciones).

El plan que me queda de día puede parecer estresante, pero prefiero verlo como completo y entretenido. Acabo de comer rápidamente, y ahora partiré  a jugar un tradicional partido de fútbol de Nochevieja entre amigos, algunos de los cuales prácticamente sólo los veo este día al año. Luego el día ya será más típico, arreglarse un poco, cena en familia y fiesta. En mi caso, arreglado (camisa, corbata, chaqueta y esas cosas incómodas que me hacen sentir un poco ridículo hasta pasado un rato llevándolas) y con cotillón. Más que nada porque es más cómodo que deambular media noche por locales en los que apenas se cabe, con un alto riesgo de perder el abrigo. Así al menos tengo guardarropa (sí, justificaciones baratas por las que he pagado los 50€ que ha costado el cotillón. Al menos me consuelo con que es barra libre y en otras ciudades sería mucho más caro. Sí, más excusas baratas…).

Lo dicho… Feliz Año 2008 (que cada uno le ponga la rima que quiera, pero por el c*lo te la entocho queda muy graciosa para decírsela a Ramonchu, por ejemplo), y que el próximo año sea, al menos, tan bueno como el que hoy acaba.