Mi visión del mercado laboral

Mercado
¿Has pensado alguna vez cómo te vendes? ¡Destaca!

Tras más de tres años en la misma empresa, he decidido dar un cambio a mi vida laboral y probar suerte en otro lado. No porque haya empezado a irme mal o esté especialmente incómodo, sino porque siento que necesito estar en más sitios para tener una visión completa del mercado laboral, ver como se trabaja en otras empresas y cómo me adapto a otros compañeros. Plantearme nuevos retos fuera de la comodidad y rutina que había labrado.

Cuando empecé, mi idea era haber estado un tiempo corto (alrededor de un año y pico) y rotar, para hacer lo que hago ahora: «ver más mundo». Pero siguiendo en el mismo sitio tuve un poco lo que buscaba: trabajar con distintos equipos, no quedarme con una sola tecnología (ya que estoy comenzando y necesito saber qué es lo que me gusta a base de probarlo), participar en varios proyectos diferentes con distintos roles, no rechazar ningún reto y sentirme bien valorado acorde a las posiciones que podría haber obtenido en otras empresas.

Durante estos tres años no me oculté de potenciales empleadores por tener ya un puesto. Tal y como veo yo el mundo del trabajo, está descrito por la propia la expresión, un «mercado laboral», además, con la aparición de las redes sociales todos estos temas se están transformado rapidamente, como en el caso de Cetelem que busca empleados desde Twitter. Y como tal, se rige por la oferta y la demanda: gente que busca algo y otros que tienen algo que ofrecen . Es lógico que la gente quiera optar a puestos superiores, pero eso mismo quieren otros que pueden aportar méritos iguales o superiores. Con lo cual, para poder dar un «valor añadido» hay que ofrecer algo diferente, algo que te haga un candidato más interesante para un puesto que otra persona. La clave está en buscar en qué se quiere (y puede) destacar, qué te puede hacer diferente: ser más ágil aprendiendo, más flexible en cuanto a las condiciones en las que tienes que trabajar en un proyecto (no me refiero a trabajar más horas gratis, sino a adaptarse a las necesidades del cliente final), tener más conocimientos sobre una tecnología concreta, experiencia en proyectos personales…

Tal y como lo veo, una manera inequívoca de comprobar si estás orientando bien tu perfil, si tu «marca personal» es atractiva para quien tenga poder de decisión para contratarte, es ponerte a prueba y optar a puestos de trabajo, o escuchar las ofertas que te lleguen. Si estás bien valorado en la empresa en la que estás (en cuanto a condiciones laborales, presión en el trabajo, sueldo, etc.) probablemente no consigan hacer una oferta que te atraiga en todos esos aspectos, pero si te han ofrecido el puesto es que estás construyendo una buena imagen tuya como profesional. O que engañas muy bien a la gente en las entrevistas de trabajo, pero en mi opinión eso es pan para hoy y hambre para mañana, mentir para conseguir un puesto no beneficia a nadie (la empresa va a tener menos de lo que buscaba y tú no vas a dar la talla tarde o temprano).

Durante estos tres años he tenido una visión de la informática como profesión, más allá del punto de vista que tenía de ella como afición. Evidentemente, hay muchas cosas que no me apasionan, pero no creo que haya un trabajo que te guste el 100% del tiempo – y el mío me gusta la mayoría del tiempo. Si alguien me preguntase qué debería de hacer para trabajar en informática y no acabar «cobrando una mierda» (que al final es lo que hace que trabajes para otro, lo que te paguen), le daría el consejo de labrarse una buena imagen como profesional. Para ello creo que es fundamental que te guste la informática. A partir de ahí, lo que te pida el cuerpo… colaborar con proyectos de código abierto, escribir en weblogs sobre una temática que te interese, crea tus propios proyectos personales… lo que sea, pero no estarse quieto. Tener visibilidad, que si alguien busca sobre ti encuentre cosas que has hecho, cosas que hablen bien de ti. El resto llegará, porque ese trabajo extra no exclusivamente laboral será tu «plus» en cualquier carta de presentación, tu valor añadido.

Lo que es imposible es no tener interés por reciclarse constantemente, quedarse estancado con lo que se sabe en determinado momento, y luego pretender que vengan de todas partes a llamarte para ofrecerte puestos de trabajos muy bien remunerados. No funciona así. Para obtener algo es necesario darlo primero, un esfuerzo en uno mismo, para luego recoger los frutos…

Y luego está la opción de montárselo uno mismo. Si no te contenta lo que nadie te ofrece para trabajar para ellos, inténtalo por ti mismo. Si crees que no se te valora suficientemente o que nadie te ofrece lo que deberías recibir, coge los bártulos y ofrece directamente tus servicios sin esperar a que te contrate una empresa. Pero, ¡ay amigo!, seguro que es mucho más cómodo quedarse donde estás y no moverte por ti mismo… y a veces hay que elegir entre comodidad o realización personal. Y por ello me he embarcado también en proyectos personales que «me llenen» más allá del trabajo que me toque hacer. Y si alguien siempre había tenido el deseo de tener código escrito por mi en su poder, ahora puede hacerlo pagando y pidiendo lo que quiera, que si interesa a ambas partes lo tendrá :-)… y en otro capítulo tocará hablar del «emprendimiento», o de cómo «montárselo por uno mismo» (o, al menos, intentarlo, que no es poco).

PD: aunque está implícito, mi visión del mercado laboral se limita a mi ámbito, la informática. Soy consciente de que la mayoría de lo que digo sólo se aplica a mercados con cierta demanda… y en otras profesiones es mucho más complicado destacar frente a otros «competidores».